Como adultos, sabemos que la vida moderna es una carrera constante, pero ¿qué pasa cuando esa montaña rusa emocional afecta a todo nuestro núcleo familiar? El Mindfulness podría ser parte de la solución a este caos.
En MiCasino te contamos en que consiste la atención plena y te brindamos técnicas sencillas para reducir el estrés y fomentar la calma en el hogar.
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¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness o Atención Plena, no es solo un concepto, o una moda pasajera, es una herramienta, que cuenta con un respaldo científico muy sólido, especialmente en el campo de la salud mental y la medicina conductual.
Consiste en prestar atención de manera intencional al momento presente, sin emitir juicios sobre lo que se experimenta.
No se trata de “poner la mente en blanco” o de entrar en trance, sino de estar plenamente consciente de lo que está sucediendo: tus pensamientos, tus emociones, las sensaciones de tu cuerpo y lo que te rodea, justo ahora. Bajando la velocidad, las reacciones automáticas; reduciendo el estrés y fomentando una calma genuina.
¿Por qué la familia necesita Mindfulness?
En un hogar, donde existen varios miembros, existen múltiples emociones y estas son contagiosas. Es decir, un padre estresado genera tensión; un niño ansioso, frustración; una madre extenuada y al borde, tristeza o ansiedad.
El Mindfulness actúa como un filtro, ayudando a cada miembro de la familia a reconocer sus turbulencias internas para que no afecten la dinámica cotidiana. Fomenta la empatía, mejora la concentración y enseña a gestionar la reactividad o las reacciones impulsivas.
Las actividades de concentración son geniales para los más pequeños, quienes aprenden a enfocarse en el presente, a reconocer sus emociones y a regularlas. Además, les brinda la oportunidad de cultivar una mayor conciencia de sí mismos y del entorno que los rodea.
3 Técnicas Mindfulness para reducir el estrés – Atención plena
No necesitas invertir horas de tu tiempo para realizar estos ejercicios, solo constancia y ánimo para recuperar el bienestar familiar que tanto anhelas. Invita a todos los miembros de tu familia a participar en estos ejercicios.
- El Detector de Sonidos (Anclaje Auditivo)
- Objetivo: Calmar la mente dispersa y practicar la escucha activa.
- ¿Cómo hacerlo? Pide a todos que se sienten en silencio (pueden cerrar los ojos o mirar un punto fijo) durante dos minutos. Concentrarse solo en los sonidos. ¿Qué se oye fuera? ¿Qué se oye dentro de la casa? ¿Qué tan lejos o cerca está el sonido?
- Beneficio: Al finalizar, compartan un sonido que no notaron al principio. Esta práctica enseña a la mente a anclarse en lo real en lugar de en preocupaciones futuras o pasadas.
- La Respiración del Oso de Peluche (Conexión Corporal)
- Objetivo: Regular el sistema nervioso y volver a la calma profunda. Ideal para niños.
- ¿Cómo hacerlo? Pide a cada uno que se acueste boca arriba y coloque un objeto suave (un peluche, un cojín) sobre su abdomen. Respirar profundamente (inhalar por la nariz, exhalar por la boca) y observar cómo el objeto sube y baja al ritmo de la respiración. El peluche está “viajando” sobre el abdomen. Realizar durante tres minutos.
- Beneficio: Es una visualización sencilla que conecta la respiración con el cuerpo. Es excelente para usar antes de ir a dormir o después de un momento de tensión.
- Masticación Consciente (Anclaje Sensorial)
- Objetivo: Romper con el piloto automático durante las comidas.
- ¿Cómo hacerlo? En la cena o al comer una fruta, pídeles que se concentren en una sola mordida. Antes de tragar, que noten el olor, la textura, el sabor (dulce, salado, ácido) y la sensación en la boca. ¿Cuántas veces es necesario masticar?
- Beneficio: Convierte la hora de la comida en un momento de presencia. Reduce la velocidad del comer, mejora la digestión y ayuda a apreciar los alimentos sin distracciones.
Integrar el Mindfulness en casa no requiere ser perfecto; requiere intención. Al realizar estos ejercicios, no solo estás reduciendo el estrés individual, sino que estás construyendo una cultura familiar de calma, escucha y apoyo.
¡Juega, gana y, sobre todo… cobra!
