Enrique Castro González, mejor conocido como Quini, pasó el susto de su vida en su etapa como jugador del FC Barcelona y, precisamente, no fue en el campo de juego. Un día como cualquier otro, salió del Camp Nou para buscar a su esposa en el aeropuerto El Prat y fue secuestrado por tres sujetos. Los captores pidieron una alta suma de dinero para su liberación y la negociación se extendió por varios días.
Tras semanas de negociaciones, en las que no se pudo concretar la entrega de la cantidad solicitada en efectivo, los secuestradores pidieron el abono en una cuenta bancaria en Suiza. La colaboración entre la policía suiza y la española permitió ubicar a los sujetos y, en consecuencia, a Quini. Finalmente, se consumó su liberación tras 25 días en cautiverio y volvió a tener la oportunidad de defender la camiseta del conjunto blaugrana.
Quini llegó el FC Barcelona en 1980
Enrique Castro González llegó al FC Barcelona en 1980 después de toda una vida en el Sporting de Gijón. El delantero dejó la ciudad del norte de España para mudarse a la región de Cataluña. El Nacido en Oviedo, luego de más de cinco meses en el equipo, dio un giro inesperado el 1 de marzo de 1981.
El día del fatídico del secuestro de Quini
El ‘Brujo’, que contaba con 31 años en ese entonces, salió del Camp Nou como un día cualquiera, tras anotar dos de los seis goles de su equipo contra el Hércules. Camino al Aeropuerto El Prat para recoger a su esposa, se produjo el secuestro de Quini por tres sujetos que lo obligaron a meterse en un vehículo. Posteriormente, lo pasaron a una furgoneta.
De inmediato, sus captores, conformado por dos mecánicos y un electricista, trasladaron a Quini al sótano de un taller ubicado en Zaragoza. Ese mismo día el club notificó la desaparición del jugador a las autoridades. José Lluís Núñez, Joan Gaspart y José Ramón Alexanko, presidente, vicepresidente y compañero de equipo se apersonaron a la casa del futbolista. Esperaron pacientes la llamada de los secuestradores para un posible rescate.
El abono en una cuenta bancaria, clave en la recuperación
Finalmente, el teléfono de la casa de Quini sonó y los delincuentes exigieron 100 millones de pesetas por el rescate, hoy en día 600 mil euros. Después de varios intentos fallidos para recibir la cifra acordada en efectivo, el grupo de secuestradores exigió que la suma se abonara en el Credite Siusse, entidad bancaria de Suiza.
Uno de los captores registró una cuenta a su nombre y tras la colaboración entre la policía suiza y española se supo su identidad. Lo siguiente fue dar con el paradero de los sujetos y, seguidamente, con Quini. Tras 25 días secuestrado, el futbolista del Barca fue puesto en libertad. Las emisoras locales notificaron la informaron sobre la liberación durante la transmisión del partido amistoso entre Inglaterra y España disputado en Wembley.
Sin Quini el Barca fue otro
La ausencia de Quini afectó el desempeño del equipo blaugrana, que iniciaron con una derrota por 1-0 ante Atlético de Madrid, a los que aventajaban por seis puntos antes del encuentro. Seguidamente, sumaron otra caída, esta vez, ante Salamanca por 2-0 y, posteriormente, un empate contra Zaragoza. Este performance les hizo perder la primera ubicación de LaLiga y fue aprovechado por Real Sociedad para quedarse con el título.
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