El acoso escolar —conocido también como bullying — es un problema que afecta a millones de niños y adolescentes alrededor del mundo. Las consecuencias en quienes la padecen pueden ser devastadoras y dejar cicatrices emocionales considerables, por lo que es esencial prestarle atención desde que aparecen los primeros síntomas de maltrato.
¿Quieres saber más sobre el tema? En este artículo te explicaremos en qué consiste el bullying y cuáles son las señales físicas y psicológicas más importantes, a fin de que los padres cuenten con una guía efectiva que les permita prevenir esta problemática en sus hogares.
Qué es el acoso escolar
El Acoso escolar es una forma de violencia en la que uno o varios alumnos molestan y agraden física o verbalmente a uno de sus compañeros.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) explica en su página web que los niños que acosan a otros suelen tener un estatus social más alto o una posición de poder, bien sea porque son más grandes y fuertes o por ser considerados los más “populares” de la clase.
“Los niños más vulnerables se enfrentan a un riesgo mayor de ser víctimas de acoso. Normalmente, se trata de niños de comunidades marginadas o de familias pobres, niños con identidad de género distinta, con discapacidades, migrantes o refugiados”, agrega.
Qué señales debo tener en cuenta
Unicef detalla en su página web las señales a las que le debes prestar atención y en MiCasino.com te las compartimos a continuación:
- Marcas físicas, como moretones inexplicables, arañazos, huesos rotos o heridas.
- Temor de ir a la escuela o de participar en eventos escolares.
- Ansiedad, nervios o estado de alerta.
- Pocos amigos en la escuela o fuera de ella.
- Bajo rendimiento académico.
Pasos a seguir si tu hijo es víctima de bullying
AVANNZA Psicólogos, blog enfocado en el bienestar y el crecimiento personal, recomienda seguir las siguientes recomendaciones si descubres que tu hijo es víctima de acoso escolar:
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Conversa de forma empática
Crea un espacio seguro para que tu hijo se sienta en confianza y pueda contarte lo que le está pasando. Dile: he notado ciertos cambios en tu comportamiento, ¿quieres contarme si está sucediendo algo en tu escuela? Estoy aquí para escucharte.
Mientras lo escuchas, es importante que seas lo más empático posible y que evites interrumpirlo o restarle valor a su relato con expresiones como: “quizás estás exagerando”. Hazle saber que no está solo y qué juntos encontrarán una solución al problema.
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Habla con los profesores
Ahora que ya conoces la versión de tu hijo, debes ponerte en contacto con la escuela y los profesores para discutir la situación y presentar pruebas (mensajes de textos, por ejemplo, en caso de que los tengas). Trabajar en conjunto con el personal de la institución es una forma efectiva de encontrar medidas disciplinarias para los acosadores.
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Busca apoyo profesional ante el acoso escolar
Si observas señales como ansiedad, retraimiento o falta de apetito, se sugiere buscar la ayuda de los profesionales especializados en terapia (infantil o adolescentes) para que le proporcione las herramientas necesarias que le ayuden a abordar el problema de manera asertiva.
Cómo prevenir el bullying
El portal AVANNZA Psicólogos también comparte algunas estrategias que los padres pueden aplicar para prevenir el acoso escolar, repasemos algunas de ellas:
- Refuerza la confianza: los niños con autoestima fuerte son menos susceptibles a los ataques de los acosadores, por tal motivo, es fundamental que lo apuntes en las actividades extracurriculares que más les gusten para reforzar sus habilidades y talentos.
- Fomenta el respeto en casa: muéstrales a través de tu ejemplo que el respeto inicia en casa. Una buena forma de hacerlo es evitar el uso de palabras negativas cuando te comuniques con alguno de los miembros del hogar, especialmente en situaciones de conflicto.
- Solicita programas en las escuelas: si la institución no cuenta con programas educativos que aborden el tema del bullying, solicita su incorporación para que enseñen valores de convivencia.
Es hora de proteger a quienes más nos necesitan. Recuerden, juntos (padres y escuelas) construiremos entornos educativos más seguros y respetuosos
¡Juega, gana y, sobre todo… cobra!

