Un mareo repentino, un lado de la cara que no responde o una dificultad para hablar que te toma por sorpresa. En segundos, la vida puede cambiar drásticamente. Si alguna vez te has preguntado cómo identificar los ACV y sus síntomas o descubrir cómo se originan los accidentes cerebrovasculares y sus causas, este artículo es para ti. Aquí descubrirás por qué el tiempo es el factor más crucial y cómo el conocimiento puede convertirse en la mejor herramienta para salvar una vida.
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¿Qué es un ACV?: Accidente Cerebrovascular causas y consecuencias
Un accidente cerebrovascular (ACV), conocido también como ictus o derrame cerebral, es cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe en segundos. Esta interrupción puede ocurrir de dos maneras: la arteria se obstruye o se rompe, generando en la mayoría de los casos, la muerte.
El cerebro requiere un flujo constante de sangre, la cual transporta oxígeno y nutrientes. Si el flujo se detiene, las células cerebrales inician un proceso de muerte en pocos minutos. Por esta razón, un ACV se considera una situación de emergencia médica. La pronta atención es crucial para minimizar el daño cerebral y las posibles secuelas a largo plazo.
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¿Cuáles son los síntomas de un ACV? Identifica los síntomas a tiempo
¿Problemas de visión? ¿Mareos constantes? ¿Dolores de cabeza?. Si notas alguno de estos síntomas, busca ayuda médica de inmediato:
- Cara caída: Un lado del rostro se ve flácido o entumecido. La persona no puede sonreír de manera uniforme.
- Debilidad en un brazo: Un brazo se siente débil, se cae o la persona no puede levantarlo.
- Dificultad para hablar: El habla se vuelve confusa, arrastrada o la persona no puede formar oraciones con claridad.
- Confusión repentina: La persona se desorienta, parece perdida o no responde a preguntas sencillas.
- Problemas visuales: Pérdida de visión en uno o ambos ojos, o visión doble repentina.
- Dolor de cabeza severo: Un dolor de cabeza muy fuerte, que aparece de repente y sin una causa conocida.
- Mareo y pérdida de equilibrio: Dificultad para caminar, mareo intenso o falta de coordinación que puede causar caídas.
- Náuseas o vómitos: Sensación de malestar que puede acompañar a otros síntomas.
¿Por qué sucede el ACV?: Accidente cerebrovascular causas y origen
El ACV ocurre, en esencia, porque el cerebro no recibe la sangre que necesita para funcionar, generando así síntomas graves. Esto puede suceder de dos maneras principales, dando lugar a los dos tipos más comunes de ACV:
ACV Isquémico (el más común):
Este tipo de ACV es el resultado de una obstrucción en una arteria que lleva sangre al cerebro. Las causas más frecuentes de esta obstrucción son:
- Coágulos sanguíneos:
- Trombosis: Se forma un coágulo dentro de una arteria del cerebro. Esto suele suceder en arterias ya dañadas por la acumulación de placa (aterosclerosis), que es una mezcla de grasa, colesterol y otras sustancias. Imagina que es como la tubería de tu casa que se va llenando de sarro hasta que se bloquea por completo.
- Embolia: Un coágulo de sangre se forma en otra parte del cuerpo (a menudo en el corazón o en las arterias del cuello) y viaja a través del torrente sanguíneo hasta que queda atrapado en una arteria más pequeña del cerebro.
- Enfermedades subyacentes:
- Arritmias cardíacas: En especial la fibrilación auricular (FA), un latido irregular del corazón que provoca que la sangre se estanque y forme coágulos, los cuales pueden desprenderse y viajar hasta el cerebro.
- Hipertensión arterial (presión alta): Es el factor de riesgo más importante para un ACV. La presión alta daña las paredes de los vasos sanguíneos con el tiempo, haciéndolos más propensos a la acumulación de placa y a la formación de coágulos.
ACV Hemorrágico (no muy común):
Este tipo de ACV ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe y sangra. Las causas más frecuentes son:
- Presión arterial alta no controlada: La presión constante y elevada sobre las arterias las debilita y, con el tiempo, puede causar que se rompan.
- Aneurisma cerebral: Es una debilidad en la pared de una arteria que causa una protuberancia en forma de globo. Con el tiempo, esta protuberancia puede crecer y, si se rompe, causa una hemorragia masiva.
- Malformaciones arteriovenosas (MAV): Se trata de una red anormal de vasos sanguíneos que está presente desde el nacimiento. Las paredes de estos vasos son más débiles de lo normal y pueden romperse fácilmente.
ACV en jóvenes: la nueva amenaza que no respeta edad
Accidente cerebrovascular causas y síntomas en los jóvenes:
Históricamente, los ACV y sus síntomas, ha sido visto como una condición de personas mayores, pero esa percepción está cambiando. Cada vez más, los accidentes cerebrovasculares se presentan en adultos jóvenes, e incluso en adolescentes, lo que lo convierte en un problema de salud global emergente por causas tan comunes como el cigarro.
Causas y factores de riesgo en la juventud: ACV Síntomas Clave
- Hábitos de vida: La falta de actividad física, la obesidad, el consumo de alcohol y el uso de drogas recreativas (como la cocaína y la metanfetamina) dañan los vasos sanguíneos, generando coágulos tras la ausencia de ejercicio físico.
- Afecciones de salud: Hoy en día, más jóvenes tienen presión arterial alta, diabetes y colesterol elevado, enfermedades que son los principales detonantes de un ACV, los síntomas comunes de estas afecciones es el aumento de peso con dolores de cabeza constantes.
- Condiciones del corazón: Ciertas personas nacen con problemas cardíacos, como el foramen oval permeable (un orificio entre las aurículas del corazón), que pueden provocar coágulos que se desplazan hasta el cerebro, generando dolor de cabeza días antes de que se presente un ictus.
- El tabaco: Fumar afecta directamente las arterias y facilita la formación de coágulos que paralizan la circulación de la sangre creando un dolor punzante en el área del cuello, lo que representa un riesgo significativo a cualquier edad.
- Anticonceptivos orales: En mujeres jóvenes, el uso de ciertas pastillas anticonceptivas, especialmente si fuman o sufren de migraña con aura, puede aumentar la probabilidad de un ACV.
Tipos de ACV y sus tratamientos: Guía completa
Tratamientos para un ACV Isquémico:
El ACV isquémico es el más común y ocurre por una obstrucción en el flujo de sangre. El tratamiento se enfoca en eliminar el coágulo.
- Medicamentos anticoagulantes (trombolíticos): Si el paciente llega a tiempo al hospital (generalmente dentro de las primeras 4.5 horas desde el inicio de los síntomas), se le puede administrar una inyección de un fármaco llamado activador tisular del plasminógeno (tPA). Este medicamento disuelve el coágulo, restableciendo el flujo sanguíneo al cerebro.
- Trombectomía mecánica: Este es un procedimiento quirúrgico que se realiza en un quirófano especializado. Un neurólogo intervencionista introduce un catéter a través de una arteria (por lo general en la ingle) y lo guía hasta el cerebro para extraer físicamente el coágulo. Este tratamiento es efectivo para coágulos grandes y se puede realizar hasta 24 horas después del inicio de los síntomas en pacientes específicos.
- Medicamentos antiplaquetarios y anticoagulantes: Después de que el coágulo se disuelve o se extrae, o si el paciente no es candidato para los tratamientos anteriores, se recetan medicamentos como la aspirina o clopidogrel para prevenir la formación de nuevos coágulos. Para prevenir los coágulos originados en el corazón, se usan anticoagulantes orales.
Tratamientos para un ACV Hemorrágico:
Los accidentes cerebrovasculares hemorrágico tiene como causa el sangrado en el cerebro generado a su ves por la presión alta. El tratamiento busca controlar el sangrado y reducir la presión en el cráneo.
- Control de la presión arterial: El médico administrará medicamentos para reducir y mantener la presión arterial del paciente en un rango seguro, lo que ayuda a prevenir que el sangrado continúe.
- Cirugía:
- Clipping (pinzamiento) quirúrgico: Si el ACV es causado por un aneurisma (una protuberancia en un vaso sanguíneo), el cirujano coloca un pequeño clip de metal en la base del aneurisma para detener el flujo de sangre que lo alimenta.
- Coiling (embolización endovascular): El cirujano guía un catéter a través de una arteria hasta el aneurisma y usa espirales de platino para rellenarlo. Esto provoca que la sangre se coagule y detenga el sangrado.
- Cirugía para evacuar un hematoma: Si la hemorragia ha creado un coágulo de sangre grande que ejerce presión sobre el cerebro, los cirujanos pueden abrir el cráneo (craneotomía) para drenar el coágulo y aliviar la presión.
- Tratamientos de soporte: En ambos tipos de ACV, se brinda atención para controlar los síntomas, como convulsiones o el aumento de la presión intracraneal, y para prevenir complicaciones como la neumonía o el daño por la falta de oxígeno.
R.Á.P.I.D.O: sigla que salva la vida
Descubre cómo actuar rápido ante los síntomas de un ACV:
La clave para identificar un ACV y sus síntomas a tiempo, es conocer la regla de oro: “RÁPIDO”. No, no es solo por la velocidad, es un acrónimo que te ayuda a recordar los síntomas principales.
- R – Rostro Caído: Pídele a la persona que sonría. Si un lado de la cara se ve caído, entumecido o se desvía, es una señal de alerta. A veces no pueden cerrar un ojo o se les cae la comisura de la boca.
- A – Ambos Brazos o un Brazo Débil: Pídele a la persona que levante ambos brazos al mismo tiempo. Si uno de ellos se cae o no lo puede levantar, es un síntoma claro. Puede sentir una debilidad repentina o un hormigueo.
- P – Problemas para Hablar: La persona puede tener dificultad para hablar, arrastrar las palabras, o sonar como si estuviera borracha. También puede no entender lo que le dices o decir cosas sin sentido. Pregúntale algo sencillo para ver si puede responder.
- I – Ilegibilidad o Visión Borrosa: Puede que de repente su visión se vuelva borrosa en uno o ambos ojos, o que tenga visión doble. También puede tener dificultad para escribir o leer.
- D – Dificultad para Caminar o Mareo: Puede sentir un mareo repentino, perder el equilibrio o tener problemas para caminar. Siente que el mundo le da vueltas o se va de lado.
- O – Otros Síntomas: Además de los anteriores, puede presentar un dolor de cabeza repentino e intenso, sin causa aparente, o una confusión inexplicable.
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