El éxito en el deporte es medido en grandes ocasiones por las victorias y títulos alcanzados, pero en esta oportunidad el deporte y el baloncesto, se pone triste tras conocer el retiro del “rey sin corona”, Carmelo Anthony. Más allá de ganar títulos, de tener grandes números y coronas, en el deporte se puede trascender y ser clave en la disciplina y, con eso, se despide Anthony de la NBA, como uno de los grandes referentes en la liga.
Melo, como era conocido, no ganó ningún anillo de campeón en la NBA, pero trascendió con su talento al buscar el aro, armar el tiro y encontrar canastas en repetidas ocasiones. El alero encabezó grandes proyectos en Denver y New York. Sin duda le faltó solo alzar el título de campeón.
Por otro lado, Carmelo fue líder del renacer de la Selección de Estados Unidos, cambiando una cultura que se había perdido tras el Dream Team de 1992. Melo consiguió tres oros olímpicos en los años 2008, 2012 y 2016; es el jugador con más partidos disputados con la selección olímpica, 31 en total. Además, de ser líder en puntos con 336, tiros acertados con 113, triples intentados con 139, en rebotes con 125 y 53 tiros libres perfectos.
Carmelo Anthony en la NBA
Carmelo Anthony aterrizó en la NBA en el famoso Draft del 20003, como uno de los mejores anotadores de todo el país. Llegaba como el jugador líder de Syracuse en el campeonato universitario. El conjunto de Pistons decidió obviarlo, por lo que Denver Nuggets fueron los afortunados de seleccionarlo en el pick 3, solo por detrás de Lebron James y de Darko Milicic, quién terminó siendo un fracaso.
En sus ocho temporadas con el conjunto de Colorado disputó un total de 564 compromisos, todos como local, acompañados de grandes números: 24.8 puntos, 6.3 rebotes y 3.1 asistencias de media, mientras compartí tabloncillo con Allen Iverson, Kenyon Martin, Marcus Camby y J.R. Smith.
De Denver pasó a sus amados New York Knicks, en el mercado invernal del 2011, mejor conocido como el “Melodroma”. Para el momento, el todavía propietario de la franquicia, James Dolan, se volvió loco por Carmelo y cedió a un grupo de jóvenes a cambio de sus servicios que intentar brillar en la Conferencia Este junto a Amar’e Stoudemire.
Sus mejores años en la NBA, llegaron mientras vestía la camiseta de los Knicks, 2012 y 2014, bajo las órdenes de Mike Woodson, quién lo convirtió en el jugador que conocemos, un cuatro abierto. Además, Woodson le dio libertad en su talento ofensivo para tener un récord de 54 victorias y 28 derrotas en el 2013, pero también de tener grandes actuaciones ofensivas, como lo fueron los 62 puntos antes Charlotte Bobcats.
Carmelo tuvo un valor propio. Fue 10 veces seleccionado como All-Star, máximo anotador en 2013 y miembro de los 75 mejores jugadores de todos los tiempos.
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