Hay momentos en la vida que quisiéramos que nunca llegaran: la ruptura de una relación o separación; el impacto del fallecimiento de un ser querido; la incertidumbre generada por una pérdida de empleo. Todos estos escenarios pueden desencadenar en nosotros un estado de desequilibrio o crisis emocional. En la sección de bienestar de MiCasino siempre te ofrecemos consejos de valor, por eso, en esta oportunidad exploraremos las mejores estrategias para manejar crisis que te ayudarán a abordar de forma efectiva problemas o eventualidades.
Pero antes de entrar en materia con las técnicas que sugieren los especialistas en el área psicológica, explicaremos con claridad la definición precisa de una crisis emocional y detallaremos sus principales síntomas para facilitar su rápida identificación.
Qué es una crisis emocional
De acuerdo con Edupsicologo, portal especializado en terapia de adultos, la crisis emocional se define como un estado temporal de agitación en el que nos vemos desbordados ante un problema.
“Se produce cuando percibimos que los métodos que utilizamos usualmente para afrontar estos problemas no son suficientes, por lo que experimentamos inadaptación e insatisfacción”, detalla en su página web.
Síntomas de una crisis emocional
Por su parte, Psicomagister, un portal que ofrece cursos y masters online en psicología, explica que estos son los principales síntomas de una persona que está atravesando una crisis emocional:
- Manifestaciones intensas de angustia o ataques de pánico.
- Profunda sensación de desesperanza.
- Cambios bruscos en el humor (pasan de tristeza extrema a una fuerte irritabilidad).
- Tendencia al aislamiento (rompe contacto con su círculo social).
- Alteraciones en los hábitos de sueño y alimentación.
Estrategias para manejar crisis
Ahora que ya conocemos qué es una crisis emocional y los principales síntomas, es el momento de repasar las técnicas que plantea CuidadosaMENTE (portal de psicólogos en línea), para manejar estos momentos de forma efectiva. Veamos:
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Controla la respiración
Cuando una situación estresante dispara una crisis emocional en nuestra vida, lo primero que debemos hacer es activar el sistema nervioso parasimpático (que induce la calma) para disminuir esa sensación de ansiedad en lugar de hiperventilar o respirar rápido y de forma agitada.
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¿Cómo lo hacemos? Con la técnica de respiración relajante 4-7-8, en la cual realizamos una inhalación profunda de 4 segundos por la nariz, sostenemos en 7 tiempos y exhalamos en 8 segundos por la boca.
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Relajación muscular progresiva
Otro síntoma evidente en estos momentos de crisis es la rigidez física que provoca dolor en la espalda, cuello y mandíbula. Para cambiar estos malestares, es fundamental practicar la relajación muscular progresiva.
¿Cómo lo hacemos? Inhalamos mientras tensamos los músculos (comienza por los pies: es decir, de abajo hacia arriba) y luego exhalamos mientras relajamos. Pasa a las pantorrillas y continúa subiendo.
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Meditación y atención plena
El Mindfulness (técnica de atención plena) es otro recurso valioso para calmar la mente y disminuir el estrés general.
¿Cómo lo hacemos? Nos enfocamos en el presente (el aquí y ahora), haciéndonos consciente de lo que escuchamos, olemos, oímos y sentimos en ese momento.
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Reconocer y validar las emociones- Estrategias para manejar crisis
Cuando ignoramos, reprimimos o luchamos contra las emociones (miedo, ira, tristeza, frustración) solo estamos intensificando la crisis. Por lo tanto, es indispensable que reconozcamos lo que estamos sintiendo para gestionar el sentimiento de forma efectiva.
¿Cómo lo hacemos? Nos detenemos ante cualquier actividad y nos preguntamos: ¿Qué emoción experimentamos en este instante? ¿Es miedo, tristeza, ira? Luego, recordamos que es natural sentir esa emoción con frases como: “Es comprensible que me sienta así ahora.”
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Realizar actividad física
En los momentos en los que pasamos por esta crisis emocional, se activan las hormonas de estrés (cortisol y adrenalina). Para restaurar el equilibrio, es importante practicar un ejercicio.
¿Cómo lo hacemos? Seleccionamos una actividad física que nos permita estar en movimiento, como una caminata por 10 o 15 minutos.
Gestionar los momentos de crisis
Todos, sin excepción, hemos pasado por eventos desafortunados que ponen a prueba nuestra resiliencia. Lo importante, en todo caso, es practicar consistentemente estas estrategias y buscar ayuda profesional para recibir herramientas que nos ayuden a manejar las situaciones más complejas y garantizar nuestro bienestar emocional y mental.
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