¿Te encuentras agotado y ansioso con mucha frecuencia? ¿Tienes problemas para dormir? ¿Notas que tu peso aumenta, sobre todo en la zona del abdomen? Estas podrían ser algunas señales de que tu cuerpo está luchando contra niveles altos de cortisol. En este artículo, te explicaremos qué es exactamente el cortisol alto, cuáles son las causas, síntomas, y, lo más importante, te ofreceremos estrategias para reducir sus niveles y recuperar tu bienestar general.
¿Qué es el cortisol?
El cortisol es una hormona que producen las glándulas suprarrenales (glándulas endocrinas localizadas en la parte superior del riñón). Según Unobravo, portal que ofrece terapia psicológica, sus funciones van desde regular el metabolismo hasta controlar los niveles de glucosa en la sangre. Aunque, resalta, la principal es hacerle frente a situaciones de estrés (físicas y emocionales), por lo que también es conocida como la hormona del estrés.
La razón por la que recibe ese nombre se debe a “que entra en acción cada vez que el cuerpo percibe una amenaza o un peligro, ya sea real o imaginario”, para prepararlo y hacer que reaccione.
Sin embargo, como explica Unobravo, el organismo no es capaz de diferenciar el estrés psicológico del físico. “Como consecuencia, los pensamientos recurrentes, las preocupaciones o una carga emocional constante también pueden estimular la producción crónica de cortisol, la cual, a la larga, se vuelve perjudicial”, detalla en su página web.
¿Cuáles son los síntomas del cortisol alto?
De acuerdo con una publicación del Continental Hospitals, hospital de superespecialidades de la India, estas son las señales de alerta que nos envía el cuerpo cuando los niveles de la hormona del estrés están elevados:
- Fatiga constante: puedes sentirte exhausto o aletargado, incluso después de haber dormido toda la noche. ¿El motivo? El cortisol alto altera la calidad de nuestro sueño y nos deja con una sensación de cansancio durante todo el día.
- Insomnio: es probable que tengas dificultades para dormir y que te despiertes varias veces durante la noche.
- Irritabilidad y cambio de humor: nos volvemos más inquietos, experimentamos cambios repentinos de humor, y pasamos de un estado de ansiedad a desánimo con frecuencia.
- Aumento de peso: fomenta la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.
- Problemas cardíacos: aumenta nuestra presión arterial, lo que incrementa el riesgo de presentar problemas asociados con enfermedades cardíacas.
- Enfermedades frecuentes: también nuestro sistema inmunólogo se debilita y lo hace más propenso a enfermedades como infecciones o resfriados.
Causas que alteran la hormona del estrés
El hospital de superespecialidades de la India se refiere además en su publicación a los factores que pueden provocar un incremento de la hormona del estrés y en MiCasino.com te los contamos a continuación:
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Estrés crónico – Niveles altos de cortisol
Muchas son las situaciones que pueden generarnos estrés y mantener nuestro cuerpo en estado de alerta constante. Algunas de ellas: ansiedad laboral, problemas de salud, deudas…
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Malos hábitos de sueño
Los patrones irregulares del sueño afectan la producción de cortisol y dificultan que nuestro cuerpo regule el estrés.
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Alimentación poco balanceada
Otro factor que puede influir es una dieta poco saludable que incluya el consumo de alimentos procesados, azúcares en exceso y demasiada cafeína.
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Ejercicios intensos o sedentarismo
Los picos altos también se pueden producir al realizar ejercicios muy intensos o, en caso contrario, al no tener ningún tipo de actividad física (lo que pudiera influir en la acumulación de estrés).
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Otras causas
Cleveland Clinic, centro médico académico sin fines de lucro que brinda atención clínica y hospitalaria, agrega que hay otras causas como: tomar dosis altas de medicamentos corticosteroides (fármacos más potentes disponibles para reducir la inflamación en el organismo); y tumores de las glándulas suprarrenales.
Niveles altos de cortisol: ¿Cómo puedo reducirlos?
Ahora que ya conocemos los síntomas del cortisol alto y las consecuencias, ahondaremos en las maneras en las que puedas ayudar a reducirlo, según Cleveland Clinic. Veamos:
Duerme bien: el sueño, como ya lo indicamos, juega un papel muy importante para mantener en equilibrio nuestro cuerpo, por lo tanto, es indispensable dormir bien. Para ello, te sugerimos: acostarte y levantarte todos los días a la misma hora (para regular tu reloj biológico); crear un ambiente propicio (habitación oscura, silenciosa y fresca); y desconectarte de la tecnología (al menos una hora antes de irte a la cama).
Practica ejercicios de respiración: la respiración profunda, el yoga o el mindfulness ayudan a calmar la mente y el cuerpo.
Ejercicios físicos: hacer ejercicios es otra forma efectiva de promover tu bienestar general. Eso sí, procura realizarlos en la mañana o en la tarde, pues en la noche pueden tener un efecto estimulante.
Tu cuerpo tiene la capacidad de encontrar la calma: Escúchalo, y dale el descanso que se merece.
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