En Bolivia, la celebración central del 25 de diciembre se enfoca puramente en lo religioso: es el día de la Adoración al Niño Jesús. Es un día de misas, de compartir en familia, de la deliciosa Picana y de venerar los elaborados pesebres. Pero, a diferencia de países como Colombia, Ecuador, o Venezuela; los niños bolivianos no reciben regalos la mañana del 25 de diciembre, sino el 6 de enero, Día de Reyes.
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La tradición boliviana se mantiene fiel al calendario litúrgico original, que marca el 6 de enero como la culminación de la Navidad: el Día de Reyes o la Epifanía del Señor.
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¿La Historia Detrás? Esta fecha conmemora la llegada de los tres Reyes Magos—Melchor, Gaspar y Baltasar—al pesebre de Belén para adorar al Niño Jesús y ofrecerle sus tres presentes: oro, incienso y mirra.
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El Ritual: La noche del 5 de enero, los niños bolivianos, llenos de anticipación, dejan sus zapatos o una carta cerca del pesebre o en un lugar visible, esperando que los Reyes Magos los encuentren.
El 6 de enero, la celebración explota con alegría. Al despertar, los niños encuentran los regalos que han dejado Melchor, Gaspar y Baltasar. Es un día lleno de emoción y, sobre todo, de cierre:
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Levantamiento del Niño: También es el día oficial para “levantar” al Niño Jesús del pesebre. El niño de madera o yeso es vestido con nuevas ropas y llevado a la iglesia para la última misa navideña de la temporada y la bendición para el Año Nuevo.
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Los Regalos: La apertura de los regalos se convierte en el punto culminante de las fiestas. Las familias se reúnen para compartir un último banquete.
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Desarmado del Pesebre: Una vez que los Reyes Magos han cumplido su misión, los adornos navideños comienzan a guardarse, dando por concluida formalmente la Navidad.
Tradiciones de Bolivia – Un Tesoro Cultural
Esta espera de dos semanas no es solo un capricho cultural; es una forma de mantener la pureza de la celebración. Al disociar el consumismo de la Nochebuena, el 25 de diciembre puede centrarse en el significado espiritual y la unión familiar, dejando el foco de la generosidad y la ilusión infantil en el misticismo del Día de Reyes.
Así que, si te encuentras en Bolivia en diciembre, recuerda que la paciencia es la clave. La verdadera explosión de alegría y regalos no llega con la Misa del Gallo, sino con la estrella que guía a los tres Reyes Magos.
