¿Quieres nadar, pero no te atreves porque el miedo al agua te paraliza? ¿Has ido a varias piscinas y lo único que mojas son tus pies en la parte menos profunda? ¿Mientras esto ocurre, no dejas de mirar con asombro a las personas que se sumergen con fluidez y lo disfrutan verdaderamente? Si la respuesta a estas interrogantes es sí, ¡no te preocupes más!, pues en MiCasino te enseñaremos cómo aprender a nadar en siete sencillos pasos.
Y es que todos —al menos una vez— hemos pasado por esa sensación cuando llegamos a la etapa adulta y aún nos da temor intentarlo porque pensamos que nos vamos a ahogar. La buena noticia es que sí se puede superar la ansiedad inicial y dominar las técnicas esenciales para convertirnos en un nadador experimentado.
Cómo aprender a nadar: tips y técnicas esenciales
¿Estás listo para convertir tu cuerpo en un elemento que se desliza fácilmente por el agua? Sigue los siguientes consejos que te compartimos a continuación:
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Sumérgete sin miedo
El desafío más grande al que nos enfrentamos cuando queremos aprender a nadar casi siempre es mental. Por tal motivo, el primer consejo que te compartimos es superar el miedo o la ansiedad al agua. Sí, sabemos que es difícil y retador, pero puedes comenzar sentándote al borde la piscina.
Cuando estés allí, mójate los pies y luego sumérgete hasta que te sientas cómodo (parte menos profunda). Mientras practicas, asegúrate de tener cerca a alguien con mejores habilidades o un salvavidas que pueda prestarte apoyo en caso de requerirlo.
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Domina la respiración acuática
Una vez que te sientas cómodo en la piscina, es importante que practiques la respiración. Sujétate del borde (nuevamente). Inspira de manera profunda por la boca, sumerge tu cara y exhala lenta y completamente por la nariz. Repite el proceso de 10 a 15 veces. La exhalación siempre debes hacerla bajo el agua. Cuando necesites aire, saca la cabeza, inhala por la boca y, como ya te explicamos, exhala mientras estás sumergido.
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Aprende posiciones clave para flotar
El siguiente paso es flotar, una técnica que te demostrará que el agua no es tu enemigo, pues al aprenderla, las posibilidades de ahogarte serán casi nulas. La más sencilla es la estrella, inclínate hacia atrás, extiende los brazos y las piernas (sí, como si fueras una estrella). Relaja tu cuerpo y deja que el agua te sostenga. Si te pones rígido, en vez de flotar, te hundirás.
También puedes practicar el tronco boca abajo. Para ello, debes estirar los brazos hacia adelante y sujetarte del borde. Luego, estira tu cuerpo y da patadas suaves con la boca abajo.
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Domina patadas y las brazadas – Cómo aprender a nadar
La natación es la coordinación de movimientos simples. Las patadas, por ejemplo, deben ser fuertes, largas y suaves. La forma más efectiva para dominar la técnica es mantener las rodillas casi rectas, los tobillos relajados y mover las piernas desde las caderas con golpes pequeños y rápidos.
En el caso de las brazadas, es aconsejable iniciar con el estilo libre, en el cual extiendes completamente un brazo hacia adelante y el otro empuja el agua hacia atrás.
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Sincroniza brazada, patada y respiración
Ahora que ya has dominado la respiración y los movimientos básicos por separado, es el momento del ensamblaje perfecto, en el que unes brazada, patada y respiración en un movimiento fluido. ¿Cómo lo hacemos? Cuando tu brazo empieza a salir del agua, mueve la cabeza hacia ese lado y toma aire por la boca. Regresa la cara al agua cuando extiendas el brazo al frente. Durante este proceso, debes realizar patadas continuas y suaves para no interrumpir el ritmo de tus brazos.
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Convierte tramos cortos en resistencia
Lo ideal, mientras aprendes cada una de las técnicas que te hemos compartido, es comenzar con tramos cortos y concentrarte en mantener un ritmo constante. En la medida que te sientas más cómodo y confiado, puedes aumentar la distancia. ¡Eso sí: si sientes que la técnica está fallando, detente y descansa! Al estar listo, retoma con un enfoque renovado. Es mejor nadar menos, pero bien, que nadar más y no tener los hábitos adecuados.
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Haz de la piscina un hábito
El último ingrediente en la fórmula es practicar constantemente. Procura nadar al menos dos o tres veces por semana para mejorar técnica y resistencia. Incluye además en tus objetivos aprender otros estilos de natación (espalda, pecho y mariposa) para convertirte en un buen nadador.
¡Aprende a nadar con éxito!
Llegar a ser ese nadador experimentado que tanto has deseado, puede ser muy desafiante; pero si tienes la actitud correcta y sigues los consejos que hemos preparado para ti, ¡es más probable que disfrutes el proceso y consigas los resultados en el tiempo esperado!
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