Dentro del mundo del deporte, la historia de los Chicago Cubs es, con total seguridad, una de las más conocidas. En las Grandes Ligas siempre han sonado grandes cuentos con maldiciones e historias involucradas; de esas que te hacen decir «de que vuelan, vuelan«. Cierto es que otros deportes tienen cuentos como la maldición que le hicieron a Cristiano Ronaldo o de grandes tragedias en campos de fútbol, como las de Indonesia o en Argentina, que parecen maldiciones. Sin embargo, en el béisbol también hay hechizos que podrían helar la sangre.
Entre las maldiciones más sonadas que hay en la MLB, obviamente una de las más importantes es la de la Maldición de la cabra. Claro que la Maldición del Bambino, que impidió que los Medias Rojas de Boston se impusieran en la Serie Mundial, también supuso un antes y un después en las Grandes Ligas; pero la historia de Willaim Sianis, la cabra Murphy y los Chicago Cubs tiene muchos aspectos que desentrañar y escenifican uno de los cuentos más rocambolescos de todo el béisbol.
Un hechizo que inició con unas simples palabras, pronunciadas desde el dolor y la tristeza. Unas que perduraron por 71 años y evitaron cualquier iniciativa para revertirla, incluso para traspasarla, pero lo más importante; no dejaron a unos Chicago Cubs alzar el trofeo de campeones de la Serie Mundial por más de 100 años. Aunque la Maldición de la cabra ya logró romperse, esta es una historia que se podrá contar para toda la eternidad, por más que desde la Ciudad de los Vientos quieran olvidarlo.
Billy Sianis y una maldición de 71 años
Para hablar de la Maldición de la cabra hay que remontarse al 6 de octubre de 1945. Ese día asistió al Wrigley Field nada más y nada menos que Billy Sianis, un inmigrante griego, muy fanático del béisbol, y dueño de una taberna llamada «Billy Goat Tavern«; aunque lo hizo acompañado de una cabra: Murphy. El animal era la mascota de la taberna y Sianis la llevó para promocionarla, disfrutar con su mascota y animar al equipo. No obstante, los malos augurios comenzaron a producirse por una serie de acontecimientos que se desencadenaron a partir del momento en que entró al estadio de los Chicago Cubs.
Durante esa Serie Mundial, que los Chicago Cubs enfrentaron ante los Tigres Detroit, todo pintaba para una victoria para el equipo de Chicago, que incluso lideraba la serie por 2-1, pero en ese momento todo se descontroló por completo. La historia cuenta que Philip K. Wrigley, dueño del equipo, mandó a sacar la cabra del estadio por el mal olor y a pesar de sus quejas y reclamos, Sianis y su cabra tuvieron que marcharse. En ese momento, Billy pronunció la sonada maldición: «Malditos Cubs, no volverán a ganar«.
Los Chicago Cubs no solo perdieron esa Serie Mundial, sino que no volverían a estar ni cerca de ganarla por más de 100 años. La historia se fue contando de manera tímida a lo largo de los años. Cuando se empezó a ver que realmente el equipo no lograba ni oler el trofeo, el cuento de la Maldición de la cabra fue cogiendo prestigio. Ya cuando se tomó en serio, se trató de revertir de muchas formas y todas muy descabelladas.
Esos intentos que no funcionaron para los Chicago Cubs
Varias veces estuvieron cerca de meterse en la Serie Mundial. La cuestión es que la Maldición de la cabra parecía cobrar fuerza cada vez que el trofeo se asomaba en el horizonte. Entre las medidas que tomaron los aficionados y el equipo de los Chicago Cubs para revertir la situación fue la de llevar varias veces a una cabra, sin parentesco con Murphy, para romper el mal fario. Sam Sianis, sobrino del mítico Billy, era quien acompañaba a la cabra, pero ese proceso de redención nunca terminó de funcionar.
Otra de las medidas que tomaron los Chicago Cubs fue la de tratar de traspasar la maldición a otro equipo; tal como hicieron en el 2003 con los Astros de Houston. Los fanáticos llevaron a una cabra llamada Virgil Homer y, como era previsible, no la dejaron entrar al estadio. Tras esto, los fanáticos, en un acto solemne, sacaron un pergamino y proclamaron que la maldición quedaba revertida y traspasada a los Astros. No obstante, tal remedio fue mucho peor que la enfermedad.
La bola maldita de Steve Bartman
Durante esa misma temporada, los Chicago Cubs llegaron a la final de la Liga Nacional y se enfrentaron a los Marlins de Florida, con la serie 3-2 a su favor. En el sexto duelo y ganando 3-0 sucedió lo impensable, pues un fly muy sencillo de atrapar se convirtió en la certificación de la Maldición. Moises Alou tenía el elevado controlado, pero como este estaba cerca de la grada pasó lo peor: un fanático metió la mano y el fly cayó en el campo.
El aficionado llamado Steve Bartman, que metió la mano de forma inconsciente, era un seguidor de los Chicago Cubs, pero con ese acto no solo evitó el out, sino que destrabó a unos Marlins que acabaron ganando ese duelo por 3-8 y después la serie (3-4). La Maldición de la Cabra se volvió a presentar y aunque después la bola maldita de Steve Bartman se compró en una subasta y se electrocutó de forma pública hasta volverla cenizas, nada pudo eliminar ese hechizo que persiguió al equipo unos años más.
Daniel Murphy: El verdugo de los Chicago Cubs
Dentro de Chicago no hubo persona más odiada que Bartman, que desapareció de la vida pública y no acepta dar entrevistas por temor a represalias tras ese intento de agarrar la bola en ese partido y perjudicar a unos Chicago Cubs que revivieron de la peor forma la Maldición. Aunque si hay alguien que también se convirtió en todo un personaje detestado en la Ciudad de los Vientos fue Daniel Murphy.
Durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 2015, los Chicago Cubs tuvieron una buena oportunidad de acabar con la Maldición de la cabra; esto al enfrentarse a unos Mets de Nueva York que venían con fuerza. No obstante, por cosas del destino otro Murphy les arruinaría la vida y este no sería otro que Daniel Murphy. El toletero del conjunto neoyorquino fue una verdadera máquina de batear para los suyos, lo que permitió acabar la serie por la vía del blanqueo (4-0). Los de Chicago vieron su sueño frustrado una vez más por un nuevo Murphy.
En 2016 se acabó la Maldición de la cabra 
Por supuesto que en el 2015 supuso una gran decepción caer de nuevo tan cerca de la Serie Mundial; más aún sentenciado por un Murphy. Sin embargo, tal vez eso era lo que faltaba, pues justo un año después, en el 2016, la Maldición de la cabra se rompería. Habían pasado 71 años desde que Billy Sianis pronunció su maldición y 108 años desde que ganaron su última Serie Mundial; pero en ese 2016 lograron romper al fin el hechizo. Los Indios de Cleveland fueron el rival a batir y en una emocionante serie, que llegó al séptimo juego. Chicago Cubs ganó ese último choque por 8-7, en unos extra innings de infarto.
Ese 2 de noviembre se rompió de una vez por todas la Maldición de la Cabra y se acabó con una sequía de 108 años. Ahora la MLB se quedó sin una de sus maldiciones más sonadas, pero que siempre quedará para el recuerdo.
Esta temporada no hay hechizos, aunque varios equipos luchan por el cetro y en MiCasino.com puedes aprovechar para apostar por tu favorito. Todos los juegos de la postemporada los tienes aquí; con las mejores cuotas de Latinoamérica y grandes opciones para hacer tus apuestas más atractivas. No lo pienses más:
¡Juega, gana y, sobre todo… cobra!
