La Copa Mundial de fútbol se encuentra a la vuelta de la esquina y en Mi Casino seguimos repasando las curiosidades que nos han dejado las pasadas ediciones. Esta vez nuestro protagonista no es un futbolista ni un director técnico, en esta ocasión hablaremos del Padre de los Mundiales de Fútbol, el francés Jules Rimet.
92 años han pasado desde la celebración del Primer Mundial en Uruguay, desde entonces se han celebrado 21 ediciones, hemos visto debutar un total de 79 selecciones, se han marcado 2.548 goles y han habido 8 países campeones. Toda esta historia que enmarca a la Copa Mundial y que la convirtió en el evento más importante a nivel deportivo, nació en la cabeza del francés Rimet mientras estuvo a cargo de la FIFA por tres décadas. Acompáñanos en este viaje biográfico sobre la mente que convirtió al fútbol en un deporte universal, en el deporte REY.
Jules Rimet y su ideología del fútbol como método de conciliación
Rimet nació el 24 de octubre de 1873 en Theuley-Les-Lavoncourt, un pueblo a las afueras de París, capital francesa. Durante su infancia se crió con su abuelo, ya que su padre se trasladó a la “ciudad del amor”, en busca de mejores oportunidades laborales.
Desde muy joven, Jules se percató de qué manera el fútbol servía como instrumento para la educación física y moral de niños y jóvenes. Veía en el balompié una herramienta de confraternización de todos los sectores de la sociedad, sin importar su origen.
Jules Rimet compartía la idea de unificar los estratos de la sociedad en un solo movimiento católico, sin embargo, no veía a la religión como el método de unificación, sino se centró más en el fútbol como mecanismo para crear esta comunidad.
A los 23 años funda junto a su hermano Modeste y sus amigos Charles Saint Cry y Ernest Weber el Club Deportivo “Red Star”. En este club, además de compartir ideas católicas, se practicaba fútbol, atletismo, ciclismo y esgrima. Los valores humanistas promulgados en Red Star, acercaban a Rimet a las familias pobres y de esta manera generaba interacción entre los diversos sectores de la sociedad.
Rimet llega a la Presidencia de la FIFA
Jules Rimet fue un fiel creyente de que el fútbol debía ser un deporte profesional, esto debido a que sí sería una actividad de carácter amateur (no remunerada) solo un pequeño porcentaje de la sociedad tendría acceso a ella. Esto se demostró cuando Jules decidió retirar a Red Star de la USFSA (Unión de Sociedades Francesas de Deportes Atléticos) por estar en contra del profesionalismo y haber abandonado la FIFA en el año 1908.
Tras este suceso, Rimet creó la Liga de Fútbol Asociación (LFA), siendo así la tercera federación de Francia al mismo tiempo (CFI, USFSA y LFA). Por lo tanto, Jules buscaría unificar a todo el fútbol francés bajo una sola organización.
Ya en 1914, Rimet habría logrado fusionar la CFI con la LFA y en calidad de vicepresidente de la entidad francesa, acudió al congreso de la FIFA en Oslo durante el año 1914. Desde ese momento, pudo dejar claras sus convicciones alrededor del fútbol, además de demostrar sus dotes como dirigente.
Las ideas innovadoras y su determinación llevaron a Rimet a su elección como presidente de la FIFA en el año 1921, sucediendo al inglés Daniel Burley Woolfall. De esta manera, Jules vio en la FIFA un vehículo para unificar a toda la familia del fútbol por encima de sus diferencias culturales y sociales.
¡Jules inquebrantable! El nacimiento de la Copa del Mundo
La FIFA desde su origen, en 1904, veía como una ilusión complicada la creación de una Copa Mundial. Esto debido a la escasez de medios y a la disparidad de las asociaciones y federaciones de cada país. En 1905, se habría intentado realizar una competición entre naciones en Suiza, sin embargo no se pudo llevar a cabo debido a problemas internos que presentaban las federaciones de algunos países.
A Rimet se le otorgó la presidencia de la FIFA luego de la Primera Guerra Mundial, donde la comunicación entre delegados era complicada y la asociación quedó debilitada tras el abandono de naciones como Inglaterra. Por lo tanto, crear una Copa Mundial no sería tarea fácil para Jules.
Luego del éxito de los torneos de fútbol en las Olimpiadas de 1924 y 1928, el francés propone en el Congreso de Amsterdam, ir por todas a la organización de un Mundial. A pesar de que la idea era vista como una utopía, el francés creyó que era el momento oportuno para escapar de la crisis moral, económica y social que habría dejado la Primera Guerra.
Uruguay 1930
Hungría, España, Suecia y Uruguay presentaron su candidatura para acoger la primera Copa del Mundo. Pero desde un principio, Uruguay era la favorita tras ser campeona de los juegos olímpicos en 1924 y 1928. La asociación charrúa se comprometió a cubrir con todos los gastos del viaje y alojamiento de todos los participantes.
Durante el Congreso de la FIFA en Barcelona en el año 1929, se proclamó a Uruguay como sede y primer organizador del Mundial. Desde este momento, comenzaron a aflorar los problemas, los países europeos no estaban de acuerdo con que dicho torneo se celebrara en el otro lado del Atlántico. El largo viaje que debían realizar las selecciones del viejo continente generó que varias de ellas negaran la invitación al torneo.
Finalmente, fueron 13 selecciones las participantes: Francia, Bélgica, Yugoslavia, Rumanía, Uruguay, Argentina, Estados Unidos, Chile, México, Bolivia, Brasil, Perú y Paraguay. Rimet viajó en el barco “Conte Verde” y atravesó todo el Atlántico acompañado del equipo francés y tres árbitros designados por la organización. En su maleta llevaba el trofeo conocido como “Victoria”, que más adelante en 1946, iba a ser renombrada en su honor como Trofeo “Jules Rimet”.
Para este Mundial se acordó que su formato y cuadro de competición, se discutiría personalmente en Montevideo, por miedo a que alguna selección insatisfecha decidiera no emprender el viaje. Al final, se distribuyeron 4 grupos (un grupo de 4 equipos y los restantes con 4 equipos) y se separaron a las selecciones más fuertes para que existiera un cierto equilibrio.
Otro aspecto que se acordó fue el de dejar cuatro días de descanso entre la fase grupo y las semifinales con el fin de permitir que los jóvenes jugadores recuperaran energía y dieran un mayor espectáculo.
Cierre con broche de oro en el Centenario
La final Uruguay-Argentina iba a significar el cierre de la primera Copa Mundial de Fútbol, el partido se jugó en el estadio Centenario de Montevideo, al que Rimet apodó “El templo del fútbol”. No se tienen cantidades exactas de cuántos fanáticos asistieron a dicha contienda, se estima que fueron aproximadamente 80.000 personas que se dieron cita en este cierre del Mundial.
El ganador sería Uruguay por marcador de 4-2. Este partido fue la cereza del pastel para Rimet en la organización del Mundial, pues pese a las dificultades iniciales, acabó siendo todo un éxito desde lo económico, lo organizativo y lo deportivo.
El adiós a un grande
Rimet sería Presidente de la FIFA hasta la edición del Mundial Suiza 1954 y fue nombrado el
Primer Presidente Honorífico de la FIFA y nominado para el Nobel de la Paz en 1956 por su labor de acercamiento entre naciones por medio del fútbol. Jules moriría el 16 de octubre de 1956 en Suresnes, una localidad cercana a París.
No cabe duda que Jules Rimet fue pieza fundamental de lo que es hoy en día el fútbol. Alcanzó su sueño de que se universalizara este deporte y sirviera como una herramienta de unificación entre las distintas naciones, sin importar color, raza ni lengua. El fútbol se ha convertido en un idioma universal.
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