Han habido jugadores a lo largo de la historia que han sido catalogados como traidores o que tuvieron actuaciones bastante polémicas. Eso fue lo que vivió el guardameta Román Quiroga durante el Mundial de Argentina de 1978, defendiendo los colores de Perú.
El arquero argentino, nacionalizado peruano, era una de las figuras de dicha Copa del Mundo, pero cuando llegó el partido ante Argentina, el resultado final hizo que viviera una vida de terror, no solo por lo ocurrido en el partido, sino lo que ocurrió después de eso en su vida.
Román Quiroga: Un arquero argentino al servicio de Perú
Román Quiroga nació en la provincia de Santa Fe, Rosario, Argentina, y fue un jugador profesional de fútbol que se desempeñó como arquero a lo largo de toda su carrera, tanto en suelo argentino como en Ecuador y Perú, donde hizo la mayoría de su carrera.
Tras pasar una gran cantidad de tiempo en suelo inca, le fue otorgada la nacionalidad de dicho país, lo que le ayudó a defender los colores de la selección peruana de fútbol. Quiroga disputó dos Copas del Mundo con Perú (Mundial 1978 – Mundial 1982).
Fue en aquella participación en el Mundial de Argentina 1978 en la que la figura de Román Quiroga fue conocida, al principio como de leyenda, hasta que un partido selló para el olvido su carrera y su vida en Argentina.
Perú y una Copa del Mundo de altibajos
Esta era la tercera participación de Perú en una cita mundialista, las anteriores habían sido en el Mundial de Uruguay 1930 y en el Mundial de México 1970. Los peruanos llegaron convencidos de que podían hacer una buena participación y llegar lejos en Argentina.
Perú quedó como líder del grupo 4, superando a selecciones de alto calibre como lo son Países Bajos y Escocia, procediendo así a la fase siguiente, donde estaban en el grupo B. Allí comenzó la catástrofe.
El partido del terror para Quiroga
Durante la segunda fase, Perú no pudo ganar ni un solo partido y llegó al último compromiso ante Argentina ya sin oportunidades de avanzar, pero para los argentinos era de vida o muerte el ganar por un marcador abultado.
Si Argentina no ganaba por al menos cuatro goles de diferencia, quedaban eliminados. La albiceleste destrozó la defensa peruana y el arco de Román Quiroga para terminar el partido por 6-0 a su favor. Pero lo que quedó para la historia fue que al Quiroga haber nacido en Argentina, pensaban que se había vendido para que su país de origen avanzara a la gran final.
Años después, Román Quiroga dio declaraciones sobre ese partido al diario «La Capital», de Argentina:
«No me vendí. De hecho, seguí jugando en la selección de Perú y estuve en España 82. Argentina tuvo una noche brillante y nosotros fuimos un desastre».
José Velásquez señalo a Román Quiroga como «vendido»
A pesar de que Román Quiroga indicó en repetidas declaraciones que nunca se «vendió» en aquel partido del Mundial de 1978 ante Argentina, José Velásquez, uno de sus excompañeros de selección, comentó que hubo varios compañeros que sí se vendieron, incluyendo al mismo Quiroga.
«Seis jugadores también se vendieron. Solo pu..edo nombrar a cuatro porque hay otros dos que son famosos y les puedo dañar sus carreras. Los que se vendieron fueron Rodulfo Manzo
, Raúl Gorriti, Juan José Muñante y Ramón Quiroga«, fueron las declaraciones de Velásquez al diario Marca.
Agregó que esto no solo pasó con jugadores, también los dirigentes se vendieron a cambio de 50 millones de dólares y una cantidad de granos para el cultivo en suelo peruano.
Puede que Román Quiroga camine tranquilo por las calles de Perú, pero esa noche terrorífica quedará en su memoria por mucho tiempo.
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